viernes, 26 de octubre de 2007

Basta de Tortura

A través de Internet se están difundiendo una serie de videos que mas bien podrían haber sido extraídos de una pelicula de cine gore, por desgracia no tienen nada de ficción. El maltrato a los animales no tiene nada de cómico,cosa que se le deberia explicar a ciertos individuos, por llamarlos de alguna forma...éstos sádicos se recrean torturando,golpeando hasta la muerte e incluso degollando en vida a algunos animales.¿Que beneficio obtienen con todo ésto? ¿Será la satisfacción de sentirse superiores matando de la forma mas salvaje y primitiva a estas criaturas que obviamente no pueden defenderse de estos ataques?
Muy bien "señores" si lo que quieren es tortura les invito a empezar por ustedes mismos, prueben a cortarse un par de dedos, prueben a golpearse unos a otros con un bate de beisbol en la cabeza y rianse de lo gracioso que resulta, quémense vivos, degollense si eso les hace felices y les entretiene, pero dejen en paz a quienes no tienen culpa de sus fetichismos.

Porque los animales también tienen derechos.

Más información:
www.peta.com
www.petaenespanol.com

1 comentario:

Joryc dijo...

Sadismo, violencia gratuita y sin razón, fuerza desatada sin control contra cual quier ser vivo que no sea uno mismo. Esa es una de las posibles definiciones del nuevo pasatiempo de la sociedad. Algunos dirán que es cosa de la juventud, otros, de pequeños grupos organizados de ideas extremas. Yo, sin embargo pienso, que la violencia, algo innato en el ser humano, fluye a raudales por las venas de ciertos individuos, que ya sea en grupo o en solitario, dejan salir sin ponerse un limite.
¿Está la sociedad preparada para contener el brote de ultra-violencia que como una pandemia afecta a los Humanos del siglo XXI?
Sinceramente creo que no. Pero como toda afirmación tiene un "pero", el que a esta le corresponde es: ¡Algo habrá que hacer!
Formar mejor esas conciencias y cultivar mas los aspectos de la ética y la moral para que los niños del futuro no acaben matándose en las calles por una mirada o un encuentro inesperado.